✨ El Poder de la Fe que Mueve Montañas: Reflexión sobre el Evangelio del Día ✨
Lectura del santo Evangelio según San Lucas 5, 17-26
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Jesús sana a un paralítico
Aconteció un día, que él estaba enseñando, y estaban sentados los fariseos y doctores de la ley, los cuales habían venido de todas las aldeas de Galilea, de Judea y Jerusalén; y el poder del Señor estaba con él para sanar. Y sucedió que unos hombres que traían en un lecho a un hombre que estaba paralítico, procuraban llevarle adentro y ponerle delante de él. Pero no hallando cómo hacerlo a causa de la multitud, subieron encima de la casa, y por el tejado le bajaron con el lecho, poniéndole en medio, delante de Jesús. Al ver él la fe de ellos, le dijo: Hombre, tus pecados te son perdonados. Entonces los escribas y los fariseos comenzaron a cavilar, diciendo: ¿Quién es este que habla blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados sino solo Dios? Jesús entonces, conociendo los pensamientos de ellos, respondiendo les dijo: ¿Qué caviláis en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir: Tus pecados te son perdonados, o decir: Levántate y anda? Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico): A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa. Al instante, levantándose en presencia de ellos, y tomando el lecho en que estaba acostado, se fue a su casa, glorificando a Dios. Y todos, sobrecogidos de asombro, glorificaban a Dios; y llenos de temor, decían: Hoy hemos visto maravillas.
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"Hijos, tus pecados te son perdonados": Un encuentro con la misericordia de Dios
El evangelio de hoy nos lleva a un escenario que captura el corazón de todos los que buscan esperanza. Jesús está enseñando, rodeado de una multitud. En medio de este tumulto, unos hombres cargan a un paralítico en una camilla, decididos a llevarlo hasta Él. La multitud les cierra el paso, pero su fe y determinación los llevan a buscar una solución: subir al techo, abrirlo, y descender al enfermo frente a Jesús.
Este momento es una poderosa imagen de fe, esfuerzo y confianza. Jesús, al ver su fe, no solo sana al paralítico físicamente, sino que le ofrece una sanación más profunda: el perdón de sus pecados.
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La Fe Activa: Más que Palabras, Es Acción
Los hombres que cargaron al paralítico no se detuvieron ante los obstáculos. No se quejaron de la multitud ni buscaron excusas. Ellos actuaron con una fe viva, creyendo que solo con llegar a Jesús, el milagro ocurriría.
¿Cómo está tu fe hoy?
Muchas veces enfrentamos problemas que parecen insuperables. Quizás sea una enfermedad, una crisis familiar, o una dificultad financiera. Este evangelio nos recuerda que la fe no es solo creer, sino también actuar. ¿Estamos dispuestos a "subir al techo" y romper barreras para encontrarnos con Jesús?
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Jesús Conoce Tus Necesidades Más Profundas
Cuando el paralítico fue presentado ante Jesús, todos esperaban un milagro físico. Pero Jesús, en su infinita sabiduría, comenzó con una sanación espiritual: "Hijo, tus pecados te son perdonados." Esto desconcertó a los fariseos presentes, quienes cuestionaron Su autoridad para perdonar pecados.
Un mensaje para el alma:
Dios no solo ve lo que está a simple vista; Él conoce las necesidades más profundas de nuestro corazón. A veces, estamos tan enfocados en nuestras circunstancias externas que olvidamos buscar la sanación interior. Jesús nos invita hoy a permitirle entrar en nuestro corazón y transformarlo desde adentro.
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El Poder de la Gratitud y el Testimonio
Al final del pasaje, vemos cómo el paralítico se levanta, toma su camilla, y regresa a su casa glorificando a Dios. Su testimonio provoca asombro en todos los presentes, quienes glorifican también a Dios diciendo: "Hoy hemos visto cosas maravillosas."
¿Cómo glorificas a Dios en tu vida?
Cuando recibimos una bendición, una sanación o una respuesta a nuestras oraciones, ¿compartimos nuestro testimonio con los demás? Este evangelio nos enseña que nuestras experiencias con Dios pueden inspirar a otros a buscarlo y confiar en Él.
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La Fe que Todo lo Puede
El evangelio de hoy nos deja varias lecciones:
1. La fe requiere acción. No basta con creer; debemos actuar con confianza en que Dios puede obrar milagros en nuestras vidas.
2. Dios conoce lo que realmente necesitamos. Antes de sanar el cuerpo, quiere sanar el alma.
3. Comparte tu testimonio. Tu historia puede ser la chispa que encienda la fe en el corazón de alguien más.
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Una Oración para Hoy
"Señor Jesús, te presentamos nuestras vidas con todos nuestros problemas y necesidades. Ayúdanos a tener una fe viva que no se detenga ante los obstáculos. Sana nuestras heridas internas, perdona nuestros pecados y renueva nuestro corazón. Que nuestras vidas sean un testimonio de tu amor y poder. Amén."
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Comparte este mensaje y deja que otros vean "cosas maravillosas"
Este evangelio es una invitación a reflexionar sobre nuestra fé, nuestra relación con Dios y cómo respondemos a Su amor. Si este mensaje tocó tu corazón, compártelo con tus amigos y familiares. ¡Juntos podemos inspirar a más personas a vivir con fé y esperanza!
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